domingo, 30 de junio de 2013

Anomalías Magneticas

Todas las células del organismo se encuentran polarizadas. Existe el riesgo de despolarización si permanecemos en zonas que presentan anomalías magnéticas. Se han realizado numerosas investigaciones que señalan la despolarización celular como principal causa de mutaciones genéticas y enfermedades inmunes y degenerativas. Esta es la razón de que gracias a la magnetoterapia  o biomagnetismo algunas personas han experimentado curaciones milagrosas. Pero resulta evidente que no se logrará una curación duradera si no se evitan las zonas alteradas magnéticamente.


Las causas pueden ser naturales: presencia de minerales ferromagnéticos, fallas, diaclasas, etc, o artificiales: vigas y armazones metálicos en las construcciones modernas, radiadores, etc. También pueden aparecer en terrenos que presentan una composición de diferentes materiales.  Los cambios muy pronunciados de magnetismo son muy nocivos y se deben evitar.  Las alteraciones magnéticas se detectan con una brújula.

Red Peyré

Red global de energía telúrica descubierta en 1937 (antes que la red Hartmann) por el Doctor Peyré. Es también una red que se extiende por todo el planeta y orientada magnéticamente. Forma una retícula de mayor tamaño que la red Hartman al oscilar la separación entre líneas entre los 7 y los 9 metros.
La red Peyré se considera una red solar, puesto que capta energía cósmica. En las ciudades, debido a la polución eléctrica, no es fácil de encontrar, siendo la red Hartmann la que predomina

Métodos "caseros" para detectar Geopatías

Otros métodos caseros para detectar geopatías:


- Colocar 2 trozos de tuberías de cobre, uno en una zona alterada y otro en una zona neutra. Comprobaremos que el situado en la zona alterada se oxida en poco tiempo.



- Colocar dos platos con agua en la que se ha disuelto sal hasta saturación, uno en una zona alterada y otro en una zona neutra. Cuando tras unos días el agua se evapore, la sal del plato colocado en la zona alterada formará en gruesos cristales de estructuras sin ninguna armonía.  Sin embargo, el situado en zona neutra formará cristales más pequeños repartidos uniformemente y de estructura armónica.

lunes, 17 de junio de 2013

Red de Curry


Se la denomina Red Diagonal, ya que su orientación magnética es diagonal con respecto a la red Hartman. La red Curry la forman líneas que van del Noreste a Suroeste y de Sureste a Noroeste. La separación entre líneas oscila entre los 6 y los 8 metros, y la anchura de las mismas se sitúa entre los 40 y 80 cm. Recibe su nombre en honor al Doctor Manfred Curry.

Unas líneas tienen polaridad eléctrica positiva y otras negativa.
De igual modo que la red Hartman, es una red global y sus dimensiones varían dependiendo de las características de cada zona (relieve, composición del subsuelo, estaciones, fases de la luna, etc), desaconsejándose la estancia prolongada en la vertical de los cruces de líneas Curry.

En general, la mayoría de los expertos afirman que los cruces Curry resultan más nocivos para la salud que los cruces de líneas Hartmann.

Ilustración: ejemplo de la cuadrícula ideal (sin deformaciones debidas al terreno) formada por la red Hartmann y la red diagonal Curry (en rojo) orientadas cardinalmente. 

viernes, 7 de junio de 2013

Corrientes o Venas de Agua.

Las corrientes de agua subterránea y los acuíferos alteran la cantidad de energía telúrica emitida en la vertical de su curso, en función de la mayor conductividad eléctrica que confieren al suelo, lo que produce efectos desvitalizantes en los seres vivos.  El problema no es el agua en sí, sino las emisiones electromagnéticas generadas por su movimiento.  Por tanto, cuando más rápidamente circule el agua más dañinas resultarán las radiaciones emitidas. 
Su intensidad o radio de acción aumenta o disminuye dependiendo de variaciones en el caudal según la estación del año. Es deseable realizar la prospección geobiológica de la zona que abarca la corriente durante la época de máxima pluviosidad, que es generalmente la de mayor caudal.

Algunas personas liberan con su hiperactividad, nerviosismo o incluso agresividad el exceso energético provocado por el agua subterránea.
Aunque existen medios para neutralizarlas en parte, lo mejor es evitarlas, pues su peligrosidad es similar a la de las fallas telúricas.
Solemos encontrar de 4000 a 4.500 unidades bovis encima de una corriente subterránea, lo cual está por debajo del nivel mínimo de salud.
Las corrientes de agua subterráneas pueden provocar problemas circulatorios, reumáticos, etc. La nocividad se incrementa cuando se cruzan varias corrientes en la misma vertical, lo que se conoce como "punto rayo", donde se incrementa el riesgo de depresión, suicidios, etc. Cuanto mayor es la distancia entre las dos corrientes que se cruzan mayor es la emisión nociva.
Un indicio de agua subterránea (corrientes de agua o capas freáticas) suele ser la aparición en la vivienda de  ”humedades” que se resisten a desaparecer.  A veces, desaparecen tras realizar una derivación a tierra. Tampoco es raro encontrar mohos en la vertical de las corrientes de agua subterránea. Los mohos son unos hongos que diseminan esporas por el aire, lo cual puede dar origen a enfermedades como el asma o alergias.

También son nocivos los sitios ubicados en la vertical de cuevas o cavidades subterráneas.

martes, 4 de junio de 2013

Radioactividad

Puede ser natural (emisiones de radón) o artificial (centrales nucleares, pararrayos, aparatos médicos, materiales de construcción, etc). Aunque sus efectos a gran escala son bien conocidos (por ejemplo el desastre de Chernobil) sus efectos a bajas dosis también resultan muy perniciosos, transmitiéndose a través de los genes a generaciones venideras.

El gas radón es un gas radioactivo de origen natural, incoloro, inodoro e insípido. Proviene de la desintegración natural del uranio 238. El Comité Internacional de Investigación del Cáncer (CIRC) ha catalogado al radón en “categoría 1” por sus efectos cancerígenos. Se estima que la acumulación de gas radón en las viviendas es el responsable de un 10% de los casos de cáncer de pulmón (que se suelen achacar al tabaco). El radón también aumenta el riesgo de padecer leucemia al disolverse en la médula ósea.
Aparte de las emanaciones naturales de la tierra, sobre todo en zonas graníticas, también podemos encontrar gas radón en materiales de construcción (ladrillos, hormigón, yeso), gas natural de los hogares, detectores de humo, abonos fosfatados o componentes de radioemisores.
El radón sólo presenta problemas en el interior de los edificios, puesto la concentración aumenta en espacios cerrados, sobre todo en lugares poco ventilados, viviendas aisladas térmicamente o en sótanos. El gas se filtra del subsuelo por fisuras existentes en el suelo o en los muros, canalizaciones subterráneas, etc.
En los cruces de líneas Hartmann hay un aumento del 30% de la radioactividad natural. Antes de una tormenta se constata en dichos nudos un aumento del 100% en los rayos gamma, aumento que se eleva al 300% en suelo volcánico. La radiactividad concentrada surge de la tierra en esos puntos de manera violenta, agudizando las patologías físicas y mentales, como la depresión, que en casos extremos, puede incluso desembocar en suicidio.

Se considera PELIGROSO a partir de los 250 miliRem/ año, o con un aumento significativo del 25% con respecto a la radiación de fondo.